dijous, 2 d’agost del 2007

Recuerdos de las vacaciones


El vaivén loco de la lavadora. Mi madre planchando como una loca. “No te pongas ese vestido que ya está preparado para meterlo en la maleta”. Una actividad frenética en la cocina ¡Creo que en casa sólo se hacían bocadillos en verano o para llevar al cole! Muchos nervios. “Ni se te ocurra llevarte esa camiseta que está muy vieja”. El olor a verano, el olor a vacaciones.
Horas y horas en un tren. Para mis padres era volver a su infancia para nosotros la libertad. Las vacaciones en el pueblo. El viaje era largo pero gratificante. Sabíamos que a la llegada tendríamos el calor de la familia que aún vivía allí y el de los que ya no estaban con nosotros. El verano era para los recuerdos y para los descubrimientos.
La casa de mi abuela. Un caserón en el centro del pueblo, grande y lleno de familia que, como nosotros, corría en verano a la anual convención de la añoranza para los mayores y la libertad para los pequeños. Tenía ese olor de las casas antiguas combinado con las comidas tradicionales que elaboraban mi madre y mis tías.
Nos encantaba estar por el patio mojándonos con la manguera. El melón o la sandía refrescándose en el pozo. Mi madre y mis tías trajinando por la casa y los hombres sentados a la sombra o tomando algo en el bar. Por la tarde era la hora del paseo y los pequeños aprovechávamos para perdernos un poco y jugar. En el pueblo todo estaba permitido.
A los que veníamos de las ciudades nos fascinaba la libertad que vivían los niños y las niñas en el pueblo. Para ellos la fascinación venía por lo que se suponía que nosotros debíamos vivir en la ciudad.
Hoy me han venido estos recuerdos de una forma triste. Ahora entiendo por qué mi padre y mi madre añoraban otros tiempos. Cuando era pequeña no acertaba a comprender que echaran de menos cosas que ya habían pasado, y además con ciertas penurias, y que no fueran capaces de centrarse única y exclusivamente en el presente.
Hoy yo busco con quien organizar mi convención a la añoranza, con quien recordar las barbaridades que hacíamos en la infancia y adolescencia en un pueblo que nos veía pasar. Un pueblo que sentíamos nuestro pero que nunca lo fué . El pueblo de mis padres.

8 comentaris:

garmir ha dit...

Un post muy bonito, has hecho literatura, está muy trabajado.

Lucía Solís ha dit...

Gracias Edmundo. Hoy me ha venido el recuerdo y me he puesto.

Bruguers ha dit...

Sempre he desitjat tenir un poble on anar de vacances o perquè sí. La meva família és tota de Gavà i mentre les meves amistats de la infancia per Setmana Santa o estiu marxaven al poble dels seus pares o avis, jo em quedava a Gavà.
Els meus pares, com els dels meus amics, no tenien diners i no ens podiem permetre vacances enlloc... però ells tenien poble i jo no.
La meva àvia que era sàbia sempre ens deia "busqueu-vos us nòvio, bon noi, treballador i foraster. Així tindreu un poble on anar"
Salutacions.

Carme Sànchez Martín ha dit...

Què curiós! Cada persona té les seves vivències i poden ser ben diferents les unes de les altres. El meus pares també tenien poble, però no anàvem de vacances perquè la meva mare no hi volia tornar a posar els peus allà per res del món. Així que jo era "orfe de poble a l'estiu" però ho vivia bé perquè si la meva mare no hi volia tornar, devia ser per alguna cosa...

Carme Sànchez Martín ha dit...

Per cert... i quin poble és?

Lucía Solís ha dit...

Hola,
És un poble de la província de Sevilla, molt a prop d'Estepa. Es diu Herrera.

Elisa ha dit...

Yo veraneaba en un pueblo de la costa y me acuerdo del ruido constante de la piscina (chapoteo+gritos de niños), el olor a cloro, las toallas siempre con un poco de arena de la playa, el ruido de los timbres,... y fijate, a pesar de que nunca encaje del todo (soy bastante social pero si que es cierto y sorprendente que a veces se encaja y a veces, pues chica, no) pues pesar de eso lo echo un pelin de menos.

Lucía Solís ha dit...

Está claro que este post ha hecho abrir la caja de los recuerdos. El otro día oía en la tele una noticia sobre el cambio en las costumbres de las vacaciones en España. Parece ser que ahora se viaja menos tiempo y a destinos variados. Se acabó el tiempo de los pueblos... Yo tengo un buen recuerdo veo que algunos/as menos buenos pero coincidimos algo en lo de la añoranza.